Preguntas típicas que recibimos en la consulta de Fisioterapia:
¿Qué le ha pasado a mi abdomen tras el parto? ¿Por qué mis rectos están más separados y mi abdomen se pone en punta al realizar un esfuerzo? ¿Mi ombligo está raro y también sale hacia fuera? ¿Cómo puedo recuperar mis abdominales?
Más del 40% de las mujeres padecen diástasis abdominal tras el embarazo. Por eso, es muy importante acudir a un fisioterapeuta especializado para que valore tanto la zona abdominal como el suelo pélvico.
Durante el embarazo, el abdomen se va modificando semana a semana. El motivo es que el bebé a medida que va creciendo, va ir ocupando más espacio en la cavidad abdominal y ejerciendo una presión sobre la pared muscular del abdomen induciendo su distensión.
A mayor volumen, ocurrirá un mayor estiramiento del tejido, pudiendo producir una Diástasis Abdominal. No obstante, el embarazo no es el único motivo, pero sí el que tiene mayor incidencia, y por ello, es importante informarse, prevenir y reeducar la diástasis. Durante el embarazo no podemos modificar la cantidad de distensión abdominal pero si controlar su evolución con ejercicios adecuados o medidas externas.
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¿Qué es exactamente la diástasis abdominal?
La diástasis abdominal es la separación de los músculos abdominales por la línea central llamada línea alba. Dependiendo de su gravedad, la separación puede ocurrir por encima del ombligo, por debajo de éste o en ambas partes. En ocasiones, se acompaña a su vez de una hernia umbilical, donde el ombligo queda distendido y deformado.
Es un problema no únicamente estético donde se puede observar flacidez, decaimiento, hinchazón del abdomen o bultos al realizar cualquier esfuerzo sino también funcional de gran importancia, ya que las vísceras no se pueden contener igual que antes y se mueven hacia el exterior. El empuje hacia la pelvis añadirá también posibles daños en la musculatura del suelo pélvico, influyendo en la función de sostén y continencia de éste.
En el abdomen, como en el resto del cuerpo, los músculos y fascias se van organizando capa a capa e interaccionan entre ellas y a su vez con otros músculos vecinos. De ahí que, no sólo pueda afectarse en la propia zona sino también en otras como por ejemplo el suelo pélvico.
Es por ello que, una mala función abdominal, conllevará una inestabilidad del CORE, repercutiendo con dolores de espalda, disfunciones pélvicas y problemas digestivos como el estreñimiento y los gases. El músculo transverso del abdomen, junto con los músculos oblicuos y los rectos abdominales forman toda la pared abdominal, con lo que estarán involucrados en la recuperación.
¿Cómo puedo intuir si tengo diástasis?
Normalmente los síntomas o deformidad del abdomen te ponen en preaviso, pero lo indicado sería realizarse una valoración por parte de profesionales cualificados. Los fisioterapeutas especializados en el campo obstétrico y uroginecológico te podrán confirmar su existencia y gravedad con unos test manuales y detectar la diástasis con objetividad mediante una ecografía funcional abdominal.
Si quieres puedes realizar este pequeño test para orientarte un poco (en ningún caso sustituye la consulta de un profesional): En posición tumbada y con las piernas flexionadas, palpa tu línea central del abdomen por encima y debajo de tu ombligo y levanta tu cabeza hasta mirarte el ombligo (como realizando un abdominal clásico). ¿Qué sientes? ¿Se introducen fácilmente tus dedos hacia la columna o aparece una protuberancia? En estos 2 casos, es mejor que acudas a un fisiotereapeuta especializado.
Si finalmente te confirman que tienes una diástasis no te desesperes, tranquila. Existen muchas técnicas y ejercicios guiados por un fisioterapeuta que pueden ayudar a mejorar la zona abdominal. La evolución y el tiempo dependerán de su gravedad: el largo, el ancho y la profundidad de separación que exista entre los músculos. En ocasiones, puedes terminar necesitando una cirugía, pero incluso en esos casos severos, hacer un programa de entrenamiento con el fisioterapeuta mejorará la calidad muscular y el pronóstico de la intervención.
Antes de recomendarte que ejercicios realizar, debes conocer lo que puede agravar la situación:
- Ojo! con los abdominales clásicos y los deportes de impacto. No se recomiendan hasta no realizar una correcta activación del transverso abdominal y oblicuos, evitando así la presión intraabdominal mal dirigida. Siempre es necesario una valoración con ecografía para ver que esos clásicos abdominales no son lesivos para tu suelo pélvicl.
- Controla el estreñimiento y evita el valsalva. Evacuar realizando esfuerzos empeorará por la presión que se ejerce sobre el tejido distendido y potenciará los síntomas perineales.
- Un aumento de peso rápido u otro embarazo seguido sin recuperar la diástasis previa agravará la situación de ésta.
- El uso de faja puede aplicarse junto un programa de entrenamiento muscular dirigido y dependiendo siempre de cada paciente.
¿Qué ejercicios puedo hacer?
Existen muchos tipos de ejercicios que pueden mejorar la pared abdominal. No obstante, la mejor forma de comprobar la efectividad del ejercicio es realizarlo con el fisioterapeuta durante una ecografía funcional de la pared abdominal.
Seguro has oído hablar de la Gimnasia Abdominal Hipopresiva, los ejercicios del CORE o los low pressure fitness. Todos ellos están diseñados para el trabajo del transverso abdominal pero no todos cierran la diástasis. Es necesario una combinación de ejercicios comprobados con ecografía para que puedan hacerse correctamente. Te recomiendo mi curso online de Luce tu Diástasis donde encontrarás todos los ejercicios que necesitas para cerrar tu diástasis abdominal.
Al tratamiento muscular activo pueden acoplarse otras técnicas de fisioterapia como la radiofrecuencia o diatermia profunda, con la función de mejorar la calidad del tejido muscular y conectivo o la electroestimulación muscular que potencia la activación fibrilar.
Sea cuál sea tu situación, tras el parto, es aconsejable siempre acudir al fisioterapeuta especializado y así valorar el estado muscular del abdomen y del suelo pélvico para que pueda prevenir, dirigir y acompañarte en el proceso de recuperación.
Paso a paso avanzarás en el camino, y está en tu mano el empezar a andarlo, ¡Ánimo!
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Entrada escrita por Marta Fontanet y Laura Vázquez (Directora Luce tu Embarazo).